La metodología didáctica en la enseñanza teórica-práctica del Derecho Procesal Penal
Carlos Vera Ruiz1, Claudio Arnaldo Manuel Salinas González1, César René Flecha Lima1
1Carrera de Derecho, Facultad de la Universidad del Norte en Ciudad del Este, Paraguay
Resumen
La investigación versa sobre la metodología didáctica aplicable en las Ciencias Jurídicas, específicamente en la cátedra de Derecho Procesal Penal, de la Carrera de Derecho, pues cuenta con una característica esencial en su enseñanza, se trata de la realidad teórico-práctica, dado su contenido, que la configura como una materia técnica profesional. Se expone la importancia de la utilización de dicha metodología didáctica, y, se examina la relevancia de la preparación del docente universitario en su rol académico. Se procede a considerar la planificación metodológica sobre la enseñanza teórica y práctica de la cátedra. El proceso metodológico seguido es el de la revisión bibliográfica, con enfoque cualitativo de alcance descriptivo no experimental y transeccional. Se revisa lo que es la docencia y sus generalidades y así también, lo que representa la función del docente y cómo debe el mismo formarse para su función académica. Se estudia respecto a lo que es la cátedra de Derecho Procesal Penal y su faceta teórica, así como su incursión práctica, lo que constituye el eje central de la investigación, conjuntamente con la importancia de la metodología didáctica aplicable a la materia. Finalmente, se esboza algunas reflexiones sobre lo que significa la correcta enseñanza de la materia objeto de estudio de la investigación para el estudiante y futuro abogado, pues se entiende que los aprendizajes que obtenga y el nivel de eficiencia y eficacia del mismo será crucial para su vida profesional.
Palabras claves: didáctica, aprendizaje, enseñanza, proceso, derecho.
Introducción
En la presente investigación se aborda primordialmente acerca de un aspecto de suma importancia respecto a la utilización de métodos de enseñanza, a fin de lograr la aprehensión de conocimientos teóricos y a su vez prácticos, contribuyendo de esta forma al crecimiento académico e intelectual del estudiante para que el mismo, en un futuro, tenga la capacidad y las herramientas necesarias para desenvolverse correcta y eficazmente en su campo laboral.
El tema versa en específico acerca de la aplicación de estos métodos de enseñanza teórico-práctico en la cátedra de Derecho Procesal Penal. Es importante que la Facultad de Ciencias Jurídicas sea el primer lugar en donde el estudiante reciba las instrucciones necesarias y el acompañamiento suficiente para poder poner en práctica todos los conocimientos adquiridos por medio de la teoría.
Se justifica el tema de investigación por resultar trascendental el estudio de la metodología didáctica más adecuada y acorde al enfoque de una cátedra en específico, para que de esa forma se puedan impartir enseñanzas y desarrollar destrezas fundamentales para que el estudiante realmente logre entender a cabalidad el contenido de la materia, que, en este caso, constituye una materia técnica y profesional.
Además de entender los conceptos, el estudiante debe adquirir competencias para redactar escritos utilizando la legislación aplicable, acorde al caso particular, y aplicar el vocabulario técnico o formal, lo cual también forma parte de la destreza oral, que es necesaria en este campo del Derecho ya que en el fuero penal se producen actuaciones de forma escrita y oral, como las audiencias y/o juicios.
Lo que finalmente se concluye con la investigación es la importancia que reviste el método de enseñanza de una materia teórica y práctica, para que el docente pueda realmente cumplir su misión, lo cual requiere de la capacitación constante del docente, y dicha misión es la de impartir conocimientos mientras se aumentan las destrezas intelectuales y que ello pueda ser de utilidad para los estudiantes universitarios de la carrera de Derecho. A tal efecto, en este estudio se formula los siguientes objetivos;
Objetivo General
- Exponer la importancia de la metodología didáctica utilizada en la cátedra de Derecho Procesal Penal de la Carrera de Derecho.
Objetivos Específicos
- Examinar la relevancia de la preparación del docente universitario en cuanto a su rol académico.
- Considerar la planificación metodológica respecto a la forma de entrelazar la enseñanza práctica y teórica de la cátedra.
Materiales y métodos
El proceso metodológico seguido en la investigación es el de la revisión bibliográfica, con un enfoque cualitativo de alcance descriptivo no experimental y de corte transversal, con lo cual se buscó dilucidar las posturas y pensamientos respecto a la enseñanza del derecho en la actualidad. La técnica empleada fue el análisis documental.
En la elaboración se consultaron distintos materiales bibliográficos tales como libros y revistas académicas tanto cómo jurídicas relativas a la cátedra estudiada, asimismo se completó la investigación con la lectura y rastreo de bibliografía referenciada en estos artículos.
Igualmente, se enriquece el trabajo con las obras y pensamientos de profesionales expertos en el área académica y del ámbito del derecho, tales como: José Roberto Ramírez Gálvez, Fernando Pérez Domínguez, María Gabriela Ávila Cambeiro, Tiburcio Moreno Olivos, Edgar Saavedra Rojas, Héctor Fix-Zamudio, entre otros renombrados pensadores, que han abordado a profundidad el ámbito académico, quienes poseen una vasta competencia intelectual y profesional, por lo que sus ideas y posturas trascienden a lo largo de todo el mundo.
Resultados
Crecimiento y Expansión de la Docencia en la República del Paraguay
Es importante considerar cómo la docencia fue progresando en la República del Paraguay, pues fue un cambio evolutivo con muchas facetas, reflejado por las situaciones político-sociales vistas y que de una u otra forma ejercieron un impacto en el desarrollo de la educación en el país, pero, es ideal partir desde un punto histórico no muy alejado de nuestra actualidad, por lo cual cabe subdividir este apartado en dos puntos centrales.
Inicio de la etapa cambiante del siglo XX: Primeramente, se inicia remontándose al enciclopédico plan de 1940, pues en el día del 24 de enero de 1956 se lleva a cabo la elaboración de una nueva regulación buscando reformar la enseñanza primaria y normal, y de igual forma, más adelante el Prof. Emilio Uzcátegui, quien se desempeñaba como asesor de la UNESCO, procede a elaborar un nuevo plan de educación; efectivamente, en 1958 se implementa realmente el plan para las escuelas Normales de la República, en miras de lograr una educación moderna, democrática y activa, con lo que se pretende favorecer el desarrollo de la personalidad del niño en una forma totalmente armónica e integral. La reforma del año 1957 consiguió determinar las siguientes ramas: ciclo básico, bachillerato (humanístico y comercial) y Normal o Formación Docente. Ahora bien, el contenido programático tenía como característica básica los conocimientos que se desarrollan en forma progresiva y concéntrica.
Es menester considerar que, según el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, la República del Paraguay se decidió por el modelo desarrollista, que tenía como propuesta un proceso de modernización tecnológica, sin cambio social, para fomentar y capacitar mano de obra calificada, cómo técnicos y profesionales, que, según la necesidad, demande la ejecución de la política nacional de desarrollo económico y social. A fin de lograr esta concepción la educación se justifica en cuanto a habilitación de recursos humanos, con la finalidad de aumentar la productividad, por ende, la educación es, necesariamente, la base del desarrollo.
Fue durante el gobierno de Stroessner en dónde se sostenía la idea de que la educación por sí sola concentraría la promoción del desarrollo económico y social, esto sin tener que realizar reformas estructurales y tomando como argumento el supuesto de que ampliando las posibilidades de matrícula de escuelas agrícolas esto sería suficiente.
Justamente, este modelo de índole desarrollista, teniendo el funcionalismo como principal paradigma, establece la educación como una inversión y en, categóricamente, todos los niveles se reafirmaba esta idea, la de formar recursos humanos que sean calificados, cómo un deber nacional.
A tal efecto, y en el contexto de este marco, se reitera y fomenta la enseñanza en el idioma español, ya que se supone que es la lengua de transmisión de nuevos conocimientos, y menoscabando el otro idioma nacional, el cual es el guaraní, lo cual conllevo a un problema en ese entonces, que se mantiene en menor o mayor medida hasta el día de hoy.
La Educación Universitaria: Generalidades
Primeramente, y como punto de partida cabe destacar que, en la actualidad, la educación universitaria tiene una importancia a nivel global. En la realidad actual la carrera universitaria constituye el eje principal de numerosas actividades de índole laboral, pero corresponde mencionar que lo que se espera de un profesional no es el hecho de contar con un título universitario, lo que se busca es que realmente tenga las aptitudes, capacidades, habilidades, destrezas y conocimientos que implica obtener el título de egresado universitario.
Es por ello, que la educación universitaria se configura como una necesidad imperante, y la República del Paraguay no es ajeno a esto, hoy en día se buscan a los profesionales que demuestren una alta capacitación y formación constante. Esa capacitación para el futuro profesional inicia en la carrera de grado.
Es a raíz de esto que se pretende y se tiene como meta ofrecer la mejor calidad en la enseñanza universitaria, siendo el docente un elemento decisivo para ello.
Además, los estudiantes también deben contribuir activamente con su aprendizaje, sobre todo en estos tiempos modernos en donde se encuentran un sinfín de herramientas digitales y virtuales que posibilitan un aprendizaje más amplio e interconectado con información de cualquier lugar del mundo. Por lo tanto, se puede considerar que la educación superior ha alcanzado niveles elevados de complejidad y necesidad, en donde necesariamente se debe hacer uso de todas las herramientas, métodos y técnicas posible a fin de lograr la mayor eficacia posible, considerando igualmente lo que la sociedad requiere y espera de un profesional.
Ahora bien, a fin de profundizar más en el tema, y en base a lo expresado anteriormente, es muy pertinente lo dicho por Ramírez Gálvez (2016):
Hoy, la educación ocupa un lugar predominante en los debates nacionales e internacionales. Vivimos en un mundo globalizado e interconectado, en la que la competencia es cada vez más feroz, y no se vislumbra en el corto plazo, que esta situación cambie, por tanto, debemos saber enfrentar esa realidad, eso implica que el producto que ofrecen las instituciones educativas, y en especial las universidades (profesionales), sean competitivas, eficientes y con un sentido humanista. (p. 14)
Pues bien, siguiendo la línea de lo que significa actualmente la educación universitaria, es necesario comprender que la formación universitaria significa una preparación integral en lo que se refiere a una profesión, pues el estudiante deberá aprender y comprender las bases fundamentales de su carrera, a la cual dedicará su vida laboral, allí radica un elemento distintivo de la educación superior, pues un profesional deberá tener el conocimiento así como la práctica para desempeñarse en sus actividades laborales.
Y en lo que respecta a la educación, en particular la educación universitaria que nos ocupa en este estudio constituye sus sujetos esenciales los docentes y estudiantes. Entre estos protagonistas se centra la educación en el día a día del programa de estudio en las diferentes asignaturas. Es loable traer a colación las palabras de Ramírez Gálvez (2016) que sobre este punto expresa:
Hay dos elementos claves en la definición de educación: el sujeto que se educa (el educando) y el sujeto que educa (el educador). Sin embargo, como el sujeto agente de la educación personaliza todo el contexto social que interviene en el proceso de conformación del educando, de ahí que se pueda afirmar que existe un sujeto educando y una sociedad educadora. La situación que se produce es siempre dinámica, según la cual, el sujeto se realiza personalmente gracias a las influencias que recibe del exterior y que actúan sobre sus capacidades, desarrollándolas y cristalizándolas. Es por ello que se afirma rotundamente que «el hombre no nace, sino que se hace». (p. 15)
En vista a lo expuesto, se debe considerar que el docente, al ser uno de los ejes centrales de la educación y al desempeñar un rol fundamental en la sociedad por la experiencia y las competencias profesionales que posee, sería el profesional idóneo para encargarse del desarrollo de materias profesionales a fin de alcanzar el perfil profesional del egresado y la misión institucional.
Estos indicadores deben constituir requisitos a ser considerados por las instituciones educativas y las autoridades académicas al momento de seleccionar al docente que posea las mejores cualidades y aptitudes para desarrollar la materia teórica- práctica del Derecho Procesal Penal para que el proceso de selección sea pertinente, legítimo y estricto.
La Didáctica en el Derecho: Importancia y Preparación del Docente
Es determinante hablar de la relevancia que ostenta la didáctica y la formación del docente en la carrera de Derecho, y como se ha visto precedentemente, el docente es pieza fundamental y un pilar indispensable para la educación superior, al tener el rol de guía e instructor, en cuanto al constante devenir que enfrentan los mismos en el proceso enseñanza y aprendizaje en el área de las Ciencias Jurídicas.
Realmente se puede afirmar que supone el auge de una serie de desafíos, que necesariamente deben ser abordados por los profesores, y de esa forma buscar el equilibrio metodológico a fin de alcanzar el desarrollo integral de las competencias que fueren necesarias en las distintas disciplinas académicas que constituyen el conocimiento integral del Derecho.
Sobre el factor de la importancia, es relevante utilizar las palabras dichas por Centellas Vargas (2014):
La importancia de la enseñanza del Derecho en los centros de enseñanza superior se encuentra en el reconocimiento del valor de la normatividad jurídica, toda vez que constituye un medio social que nos permite alcanzar formas indispensables para organizar las complejas relaciones de poder, intereses y garantías de los miembros de una sociedad. Y es que la institución social de un orden legal y político equitativo, hace posible atribuir a las relaciones entre los sujetos posiciones concretas que garanticen condiciones de justicia e igualdad. (p. 98)
Ahora bien, en cuanto al docente universitario y sus funciones, se debe considerar que en todo instituto educativo se debe contar con un plantel docente capacitado, formado, profesional y claro está, responsable con todas sus obligaciones en cuanto a su rol como profesor. Es una función exigente, que requiere una verdadera dedicación y vocación, pues la enseñanza no es una tarea sencilla, al contrario, se requiere de mucha preparación y planificación, pues de otra forma, no se podría cumplir con el objetivo de formar a profesionales aptos para desempeñarse eficazmente en su campo laboral.
En ese sentido, Moreno Olivos (2009) expresa:
Las condiciones de la docencia, por consiguiente, exigen mucho del profesorado en términos de responsabilidad y trabajo diario y, a cambio, ofrecen poco tiempo para la planeación, la discusión constructiva, la reflexión o, simplemente en cuanto a compensaciones reales y tiempo para reponerse. “El proceso laboral en las escuelas se parecerá cada vez más, como parte de un proceso histórico continuo, al trabajo realizado en fábricas y oficinas… Ahora es habitual el nombramiento, acompañado de un contrato, en el que se especifica el trabajo a realizar, algo que se considera necesario para propósitos de evaluación y despido” (Lawn y Ozga, 2004: 42). (p. 119)
Sobre este punto se debe recalcar que, un docente sin preparación, con un compromiso débil, apático, sin la experiencia y motivación y que no pueda realizar una labor competente a la hora de impartir clases, no podrá, categóricamente, obtener resultados positivos, pues no tendrá la capacidad de motivar a los alumnos, estos no verán con entusiasmo la cátedra, y únicamente supondrá un ¨peldaño¨ más que deberán superar, sin sacarle provecho, sin aprender y perjudicando gravemente su formación y posterior desempeño profesional.
En la actualidad se requiere que el docente posea las destrezas indispensables para cumplir a cabalidad con sus funciones y pueda realmente enseñar, pues esa es realmente su finalidad como docente.
Por eso, las aptitudes y actitudes del profesor tienen un impacto directo en la percepción de los estudiantes al momento de enfocar su atención al contenido académico de la cátedra.
Importancia de la Adecuada Enseñanza Teórico-Práctico del Derecho Procesal Penal
El hecho de que el docente posea técnicas de enseñanza adecuadas con el afán de cumplir de una manera eficaz con los objetivos y metas de la cátedra en sí misma, fomenta el desarrollo del alumno en cuanto a la obtención de habilidades y destrezas que puedan ser de utilidad en un futuro, en su rol como profesional, en particular, perfeccionar las técnicas de litigación oral y escrita.
El Derecho Procesal Penal es una materia que une a dos supuestos del conocimiento: la parte teórica y la parte práctica. Estas dos acepciones se complementan de una forma eficaz, y, por tanto, es necesario que el docente pueda transmitir estos conocimientos que puedan poner en práctica las destrezas del estudiante, verificando si el mismo realmente se encuentra capacitado para el desempeño en su rol profesional.
Según explica Saavedra Rojas (2017) “los problemas anotados al derecho en general y al derecho penal en particular, tienen su más remoto y cercano origen en las facultades de derecho y en la metodología de la enseñanza utilizada en ellas” (p. 754).
Por tanto, se entiende que las facultades de derecho conforman el lugar o establecimiento en donde el alumno da sus primeros pasos en el campo del derecho; se va formando y adquiriendo destrezas a causa de las enseñanzas que recibe, siendo los docentes como una especie de guías y modelos a seguir, radicando allí la importancia de la función educadora.
Así pues, en relación a esto, expresa muy acertadamente Pérez Domínguez (2021):
Cuando las características intrínsecas de una materia ofrecen tantas posibilidades para su enseñanza, como ocurre con los derechos fundamentales, puede darse la paradoja de que esa virtud que hace la tarea aparentemente asequible, se torne en complejidad ante el reto que supone conciliar las distintas facetas de la materia a impartir para transmitirla en su integridad y complejidad. (p. 38).
El docente debe comprender a cabalidad y ser competente respecto a la enseñanza de los conocimientos fundamentales teórico-prácticos que debe impartir a los estudiantes. Esto es así, ya que el docente, al contar con experiencia y vasto conocimiento en el área facilita la mejor elección por su parte respecto a métodos de enseñanza enfocados a las particularidades propias de, por ejemplo, el derecho procesal penal.
En la actualidad se requiere que el docente posea las destrezas indispensables para cumplir a cabalidad con sus funciones y pueda realmente enseñar, pues esa es realmente su finalidad como docente. Por eso, las aptitudes y actitudes del profesor tienen un impacto directo en la percepción de los estudiantes al momento de enfocar su atención al contenido académico de la cátedra.
Discusión
Una Propuesta Metodológica para el Estudio del Derecho Procesal Penal
La enseñanza del Derecho Procesal Penal no es una tarea sencilla, debido a que el docente debe buscar una metodología que se adecue a los objetivos de la cátedra en específico; además de contar con una parte teórica y una parte práctica.
Por ende, es dable considerar que la metodología dentro de las ciencias jurídicas, en el derecho, o también denominado metodología jurídica, es efectivamente la disciplina que se tiene como ocupación principal el estudio de aquellos instrumentos técnicos que se establecen como necesarios para conocer, elaborar, aplicar y enseñar ese objeto de conocimiento el cual es denominado como derecho” (Fix Zamudio, 2007).
La metodología de enseñanza difiere según la ciencia que es objeto de estudio; es, por ejemplo, bien diferente la forma de enseñanza de una cátedra de Arquitectura, comparándola con una cátedra de Medicina o Derecho. Cada área del saber tiene sus particularidades propias y que hacen a la profesión en sí misma.
Pues bien, constituye de relevancia para el tema objeto de estudio en la investigación presente, las palabras expresadas por Saavedra Rojas (2017): Es problema primordial de cada ciencia determinar su método de investigación, con el propósito de conseguir un mejor conocimiento de su objeto de estudio; también es importante la determinación del método de enseñanza, y este debe escogerse de acuerdo con los fines que se pretenda obtener y fundamentalmente la calidad de profesional del derecho que se quiere producir. (p. 754).
El docente debe encontrarse sumamente preparado y en conocimiento de la cátedra de la cual se encuentra a cargo su enseñanza, y determinar cuál es realmente el objeto de estudio de la materia en sí misma, implementando diversas metodologías para sacar provecho a los temas imprescindibles que deben ser estudiados, como por ejemplo, en el caso del derecho procesal penal, la elaboración de escritos, la delimitación y estudio de las diferentes instituciones que forman parte del sistema penal paraguayo, la simulación de audiencias y juicios orales, la presentación y resolución de casos, el desarrollo de la capacidad crítica de la legislación positiva, entre otros.
Todo ello conforma los conocimientos básicos con los cuales el estudiante debe contar para poseer una base teórica y práctica para su desenvolvimiento en el área profesional, ya que las universidades son aquellas instituciones encargadas de preparar al estudiante, de brindarle los conocimientos adecuados y las competencias básicas en técnicas de litigación, conforme a sus aspiraciones académicas y profesionales, para que el mismo, en un futuro, pueda seguir ampliando sus conocimientos y llevarlos a la práctica.
Las clases prácticas: Simulaciones evaluativas
En la cátedra de Derecho Procesal Penal, la práctica es esencial, pues mediante las clases prácticas es que se aplican en la realidad los conocimientos teóricos adquiridos, por lo que resulta excesivamente primordial el llevar a cabo las clases prácticas de forma eficiente por parte del docente. Por lo mismo, se debe considerar que, el docente debe tener una capacidad didáctica muy bien equilibrada, al momento de impartir clases teóricas, para posteriormente utilizar la información y el conocimiento adquirido, en la aplicación práctica, pues es mediante ello que realmente podrá confirmarse y asentarse el saber teórico. Siguiendo esa línea, es que resultan útiles hacer gala de las palabras de Londoño Orozco (2015) cuando explica que: “La docencia universitaria no se asume como concepto abstracto, desde comprensiones teóricas (lo cual ayudaría a su fundamentación), sino desde las prácticas mismas de los profesores”.
En ese sentido, corresponde hablar de la forma de llevar adelante las clases prácticas en la cátedra del Derecho Procesal Penal, y dicha forma es la ya conocida y clásica simulación de juicio oral, aunque no se debe limitar únicamente a ello, pudiendo darse simulaciones distintas audiencias, pero lógicamente la más amplia, completa, extensa y enriquecedora es la simulación de un juicio oral, en dónde se puede clarificar y delimitar a cabalidad la manera de desempeñarse en un proceso judicial del fuero penal, conociendo adecuadamente el rol de cada participante del proceso, y también ejercitando la mente en cuanto a la aplicación de normas jurídicas vigentes, en un caso concreto, la forma de ejercer la defensa de un procesado, la acusación, o bien asumir el rol de Juzgado o Tribunal.
En cuanto a las formas de evaluación final en el Derecho Procesal Penal; con la evaluación se pretende precisar los resultados obtenidos en el transcurso de las clases, y el nivel del aprendizaje logrado, en base a esto, para Fernández Canul (2018):
La evaluación ofrece posibilidades para fortalecer y consolidar los aprendizajes, así como los logros de los objetivos o propósitos en cualquier campo de estudio. La evaluación permite evidenciar cuáles son las necesidades prioritarias que se deben de atender y —desde la perspectiva educativa— debe mostrar congruencia entre saber y desempeño, esta fórmula es la que puede encausar a la educación hacia la llamada calidad. (p. 1).
La evaluación es mucho más amplia de lo que se puede concebir, ya que no consiste únicamente en la evaluación de conocimientos específicos por medio de una prueba o examen en particular. Consiste en todo un proceso educativo de vital trascendencia para que se pueda corroborar si los objetivos de, por ejemplo, una cátedra en particular está siendo cumplidos y ayuda también a determinar si los métodos de enseñanza y la calidad de lo que se ofrece esté realmente adecuado a una educación integral y que sea útil para el estudiante.
Ahora bien, la evaluación, se entiende que, siempre consiste en un proceso de ponderación de los méritos y las debilidades de los estudiantes. A veces, es mucho más, pero su función esencial y primordial consiste en establecer el mérito de algo. Se considera que realmente esa es su finalidad primera. Eso configura su definición. Y ésa es la condición sine qua non (Stake, 2006).
Se puede concebir a la evaluación como la comprobación de un resultado, ya sea positivo o negativo, que refleje de alguna forma, o se den indicios acerca de la calidad del aprendizaje. Se aplaude lo positivo y se mejoran los puntos débiles.
Ahora bien, como ya se había mencionado, la evaluación forma parte de un proceso, estando a la vez inmerso en aquél, y que consta de tres etapas distintas y complementarias, que son la inicial, continua y final, según explican González Halcones & Pérez González (2004):
La evaluación inicial permite adecuar las intenciones a los conocimientos previos y necesidades de los alumnos. Decidir qué tipo de ayuda es la más adecuada cuando se accede a un nuevo aprendizaje, requiere conocer cómo se ha resuelto la fase anterior, cuáles son los esquemas de conocimiento del alumno, su actitud, interés, nivel de competencia curricular. Con la evaluación continua se irá ajustando la ayuda educativa según la información que se vaya produciendo. Esta evaluación es formativa, toda vez que permitirá detectar el momento en que se produce una dificultad, las causas que lo provocan y las correcciones necesarias que se deben introducir. Por último, la evaluación final permite conocer si el grado de aprendizaje que para cada alumno habíamos señalado, se ha conseguido o no, y cuál es el punto de partida para una nueva intervención. La evaluación final toma datos de la evaluación formativa, es decir, los obtenidos durante el proceso, y añade a éstos, otros obtenidos de forma más puntual. (p. 10).
Por tanto, mediante la evaluación no se pretende únicamente delimitar cuánto sabe el estudiante, sino que se busca ayudar al desarrollo de aptitudes del mismo, como por ejemplo la capacidad que pueda tener para pensar, actuar y crear desde aquello que sabe, su competencia en organizarse para saber más y, también la capacidad de ser consciente de todo aquello que no sabe.
La evaluación va más allá de una simple prueba de conocimientos; comprende un todo, y ocupa una ardua labor por parte del docente y de mucha cooperación e interés por parte del estudiante. La evaluación cuenta con diversas funciones, dependiendo del enfoque utilizado; siendo la evaluación del aprendizaje el enfoque en este punto, cuyas funciones se desarrollan seguidamente.
Finalmente, ya con esos conocimientos empezar las simulaciones de audiencias preliminares, interrogatorios y debates, para finalmente empezar a producir simulaciones de juicios orales. De esa forma es que podrán tener un proceso académico e intelectual, desarrollando paso a paso las etapas pertinentes, y luego repetir esas etapas hasta tener un dominio aceptable del fuero en el que se encuentran, y así poder fortalecer sus destrezas de oralidad, retórica, argumentación y lógicamente el raciocinio en su presentación en el marco de un proceso judicial penal, lo que resulta indispensable tanto para un abogado defensor cómo para un agente fiscal acusador o un Tribunal juzgador.
Por ello, compete al docente guiar y orientar cabalmente de forma eficiente y eficaz a los estudiantes, en el manejo técnico del proceso, la forma en que deberá desenvolverse, pues la forma de enseñanza repercutirá de forma directa e inmediata en el aprendizaje que obtengan y posteriormente se verá reflejado en el desempeño profesional, sea en el rol que sea, en un juicio del fuero penal.
Considerando todo lo expuesto precedentemente, y a modo de conclusión de la presente investigación, se puede afirmar que se logró examinar a cabalidad la forma aplicación de la metodología didáctica en la enseñanza teórica y práctica de la cátedra de Derecho Procesal Penal, en la carrera de Derecho, lo cual constituye un factor determinante en la educación superior en la rama de las ciencias jurídicas, pues la correcta enseñanza y el efectivo aprendizaje de dicha materia es fundamental para todo estudiante de Derecho para su ejercicio profesional de la Abogacía, por lo cual se determina que realmente se requiere la metodología didáctica más eficiente a fin de obtener óptimos resultados académicos que se verán reflejados en el desempeño académico y laboral de los estudiantes.
Para el efecto, se ha traído a colación varias conceptualizaciones, teorías, ideas y pensamientos elaboradas por ilustres docentes académicos, juristas y expertos en la materia, especialistas tanto en el área de la docencia superior como así también en las ciencias jurídicas, en este caso en particular, lo que circunscribe al fuero penal, entendiendo finalmente que entre todas ellas existe un denominador común respecto a la enseñanza teórica y su posterior utilización y aplicación en la práctica, y es que siempre se toma en cuenta que el docente debe tener la formación y capacitación más apta para transmitir adecuadamente el conocimiento, adaptándose a la situación y de esa forma lograr efectivamente enseñar a los estudiantes y así estos últimos lograrán recibir cabalmente la información captando las explicaciones para realmente efectivizar el aprendizaje.
Por ello se hizo hincapié en lo que respecta a la enseñanza universitaria y todas sus aristas, así como también se verificó la importancia radical de la formación continua de los docentes universitarios, para posteriormente adentrarse a profundidad en lo que concierne a las ciencias jurídicas, más específicamente a la cátedra de Derecho Procesal Penal, su importancia, su dualidad teórico-práctica y la forma de evaluación más apta.
Efectivamente, se ha constatado en el estudio de la literatura previa, que la enseñanza universitaria no es una tarea sencilla, pues requiere dedicación y esfuerzo no solo del docente, sino también del entorno social-académico que lo rodea, especialmente en la materia objeto de estudio del presente trabajo de investigación, al tratar temas de mucho impacto en la sociedad, y por lo cual se requiere de mayor énfasis en la enseñanza, considerando su faceta teórica y su aplicación práctica.
Se concluye finalmente que la aplicación de la metodología didáctica en la enseñanza del Derecho Procesal Penal es indispensable por parte del docente universitario para el estudiante y su formación intelectual, pues de esa forma es que su aprendizaje será más provechoso.
Así también, luego de reflexionar en lo que atañe al tema en cuestión, consideramos que es necesario, para todos los catedráticos, pero más específicamente para los docentes universitarios de la carrera de Derecho, y con mayor énfasis para aquellos que impartan clases de Derecho Procesal Penal, la formación continua, específica y exhaustiva tanto en lo que refiere a didáctica universitaria como a las ciencias jurídicas per se, pues es de esa forma que se podrá realmente decir que la enseñanza universitaria es una educación superior, ergo, se requiere que se lleven a cabo talleres, cursos, disertaciones y especializaciones respecto a este tipo de formación en particular para los docentes, a nuestro criterio, es la recomendación a fin de lograr mejorar progresivamente la enseñanza en las Facultades de Ciencias Jurídicas de las Universidades del Paraguay.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.”, Nelson Mandela, 2009
Referencias
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